Comer es una conducta de alto valor para la supervivencia, todos necesitamos comer, esto hace que en cada país, en cada cultura, en cada familia e incluso cada persona tenga unas ideas y hábitos acerca de qué, cuándo o cómo comer, es decir, aprendemos a relacionarnos con la comida.
Llevar una dieta saludable es esencial, y mantener el peso también es importante, sin embargo, cuando nuestra vida se rige por esto y lo anteponemos a los demás aspectos entonces tenemos un problema.
Mantener una buena relación con la comida y estar bien alimentados es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y también para sentirnos bien emocionalmente.
Obesidad/Sobrepeso
La gran mayoría de casos de obesidad o sobrepeso se debe a la forma de relacionarse con la comida, la manera que se ha aprendido a comer. Y no como comúnmente se cree por razones orgánicas (genética, constitución, enfermedades, …) esto tan sólo sucede en la minoría de casos.
Por esta razón, aunque se consiga bajar de peso con dietas, balones gástricos o liposucciones, a largo plazo si no se consigue cambiar el patrón de ingesta, se tiende a recuperar el peso perdido.
Este problema de alimentación se caracteriza por algunos de estos comportamientos; comer demasiado, a deshoras, sin control, comer emocional (ansiedad, tristeza, aburrimiento,…), comer social (alegría, celebraciones, ….), tener demasiado apetito constantemente, no conseguir adelgazar,…
Anorexia/Bulimia
Estos problemas se caracterizan por darle demasiada importancia al peso corporal e incluso definirnos o valorarnos respecto a esto. Se origina un gran miedo a perder el control con la comida y engordar. Causa obsesión por controlarlo, pesarse constantemente, dietas estrictas, atracones, vómitos, culpa, productos o medicaciones para bajar de peso, ejercicio extremo, contar calorías, ocultar ciertas partes de nuestro cuerpo a los demás, no comer en compañía o fuera de casa, tristeza, ansiedad…
Trastorno por atracón
Los atracones pueden darse tanto en personas con un peso normal así como en personas con sobrepeso o delgadas.
Un atracón supondría comer mucho más de lo que se necesita, a veces incluso, perdiendo el control. Se puede comer de una forma particular, por ejemplo, rápidamente, sin hambre, hasta sentirse desagradablemente lleno, a solas, a escondidas, a deshoras… Esto puede provocar digestiones pesadas, problemas de salud, sentimientos de culpa o vergüenza, ansiedad y depresión, etc…