La persona que mantiene una adicción depende de una sustancia o actividad que le resulta placentera o le ayuda aliviar un malestar. A veces,
cuando hay un problema emocional se refugian en algunas sustancias o actividades que pueden terminar gobernando sus vidas. Y éstas se convierten por sí mismas en la causa de los problemas,
viéndose atrapadas en la adicción, perdiendo el control y haciéndose daño a ellos mismo y a sus seres queridos.
Existen dos grandes tipos:
Adicciones químicas
Tabaco, drogas, alcohol.
Adicciones No químicas
Internet, móvil, juego, deporte, sexo, compras, trabajo, comida,...