Mitos del amor romántico

En nuestra sociedad la idea acerca del amor y de la pareja es muy romántica e idealizada. Cuentos infantiles, películas de Hollywood, canciones, poemas, mitología griega, …. A través de la cultura, nos forjamos un ideal de cómo debería ser un “AMOR VERDADERO” o una pareja perfecta, creando falsas creencias y expectativas. Esperando lo ideal; lo imposible.

 

¿Qué son los Mitos Románticos?

 

Carlos Yela (2003) los define del siguiente modo: ”… podemos considerar que los mitos románticos son el conjunto de creencias socialmente compartidas sobre la supuesta “verdadera naturaleza” del amor  y, que, al igual que sucede en otros ámbitos, también los mitos románticos suelen ser ficticios, absurdos, engañosos, irracionales e imposibles de cumplir.”

 

En definitiva, son creencias generalizadas acerca del amor romántico desde donde se idealiza excesivamente la relación y se justifican y normalizan ciertas ideas o conductas con tal que la relación funcione. 

 

Corregir y cambiar estas ideas y actitudes puede mejorar  mucho la calidad de nuestra relación o establecer una buena base para una relación futura…. Te invitamos a revisar algunos de los grandes mitos románticos.

Principales mitos románticos

 

 

MITO 1. La media Naranja (o alma gemela)

“Todos tenemos una pareja predestinada y es la única y mejor elección posible.”

 

Esta creencia implica que tenemos que encontrar a nuestra otra mitad para poder ser nuevamente, para estar completos. Este es uno de los grandes mitos del amor romántico, por ello, es la base de infinidad de novelas y películas románticas. Pero lo cierto es que transmite una imagen muy poco realista de lo que verdaderamente es una relación de pareja, además de la idea tan negativa de concebirnos a nosotros mismos como seres incompletos y por lo tanto desgraciados en soledad (“Sin ti no soy nada”).

Aunque este mito pueda funcionar para consolidar una nueva relación (“Al fin nos encontramos”), lo cierto es que con el tiempo la daña, pudiendo llevar a dos creencias erróneas:

  1. “Como estamos destinados debería ser fácil”; y es en el momento en que surgen las dificultades cuando se empieza a dudar de que si verdaderamente la otra persona es nuestra media naranja (“Si tenemos que esforzarnos porque esto funcione quizás no estemos hechos el uno para el otro”).
  2. “Tenemos que permanecer juntos pase lo que pase, ya que estamos predestinados”, esta idea puede llevar a soportar y tolerar excesivamente cualquier tipo de situación dolorosa.

Una relación de pareja está formada por dos seres que son completos y deciden compartir su felicidad al lado del otro, construyendo la relación día a día. 

 

De hecho podemos plantearnos ¿Qué es más romántico? ¿Pensar que estoy con alguien porque es mi destino y estoy “condenado/a” a ello? ¿O que a pesar de que hay miles de personas compatibles con las que podría tener una relación nos elegimos el uno al otro?

MITO 2. El Mito de La Omnipotencia del Amor

        "El amor todo lo puede" 

 

Este mito se basa en la creencia de que si se ama con intensidad cualquier obstáculo se puede superar y que todo sacrificio es válido por la pareja. Creer que “el amor todo lo puede” y debe permanecer ante todo y sobre todo. 

Este mito ancla a muchas personas en relaciones, creyendo que el poder “mágico” del amor les salvará, solucionará los problemas y les traerá la felicidad.

 

Lo cierto es, que por mucho que se amen dos personas, esto no es suficiente para mantener una relación. Los valores, intereses, sentido de compromiso, proyecto de vida, deben de ser comunes o al menos compatibles. Y en ocasiones, los problemas económicos, de salud,  familia, la distancia,… Superan y desbordan por completo a las personas. En este momento es conveniente realizar una buena toma de decisiones y pensar cual es la mejor solución por dolorosa que resulte. Algunas veces, una ruptura o dejar ir a la otra persona se convierte en una gran prueba de amor.

MITO 3. Equivalencia entre amor y estar enamorado

“Si una pareja deja de estar apasionadamente enamorada entonces dejan de amarse”.

 

Creencia en que el amor (sentimiento), y el enamoramiento (estado emocional pasajero), son equivalentes, y que por lo tanto, si uno deja de sentir la pasión y la euforia inicial tras años de convivencia deduce que ya no quiere a su pareja y que ha llegado el fin de la relación.

Esta deducción es errónea. No sentir la pasión inicial no significa que no se quiera a la otra persona. El enamoramiento es un estado emocional/fisiológico debido a la novedad de la relación, en el que un gran cóctel  neuroquímico en nuestro cerebro nos hace sentir emociones y sensaciones muy intensas (alegría, ansiedad, nerviosismo,…), que prácticamente nos desbordan. El enamoramiento nos hace percibir únicamente lo positivo de la pareja y además magnificarlo. Pero este estado por razones evolutivas tiene un límite de tiempo. Y cuando este estado cesa, y nuestros sentidos y percepciones no están alterados, podemos ver realmente a nuestra pareja, conociéndola y aceptándola tal y como es. 

 

Es aquí, en el conocimiento, aceptación, afecto y entrega de la pareja donde nace el verdadero amor.

MITO 4. Los celos como signo de amor

“Los celos son una prueba de amor”.

 

Echeburúa y Fernandez-Montalvo: “Los celos son un sentimiento de malestar causado por la certeza, la sospecha o el temor de que la persona querida, a quien se desea en exclusiva, prefiere y vuelve el afecto hacia una tercera persona”.

Los celos son una emoción muy destructiva, la persona que los sufre siente ansiedad, enfado,  y tristeza de una forma muy potente, en definitiva, se trata de un problema emocional individual (no de pareja) que lleva a la persona a controlar, vigilar a su pareja y comprobar que no está siendo engañado/a. 

Creer que los celos son una prueba de amor llevará a justificar y tolerar todo tipo de comportamientos celosos: interrogatorios, inspecciones, coacciones, chantajes, y muchas veces conductas agresivas verbales y físicas.

Los celos no nacen del amor, sino del miedo.

 

MITO 5. El príncipe azul y la princesa maravillosa 

Él es el salvador, ella es el descanso del guerrero”.

 

Este mito mantiene una rígida visión de los estereotipos de género. El hombre es valiente, viril,  independiente, dominador. Ella es todo lo opuesto, frágil, delicada, dulce, temerosa y sumisa. Y vuelca todo su afecto, atención y cuidados a su familia (vive para los demás).

La fiel princesa sueña con casarse con su príncipe salvador (siendo esta su máxima aspiración en la vida). El príncipe azul es un héroe capaz de arriesgar su propia vida para salvar y proteger a la princesa  indefensa de cualquier peligro, obteniendo el éxito y la recompensa; el amor de la princesa (vive para por y para él).

 

Los roles de género siempre han estado muy marcados en nuestra sociedad. La cual, influye de forma determinante en crear nuestra identidad. Mediante la escuela, nuestra familia,   medios de comunicación,… Se nos indica según nuestro sexo cómo debemos ser, cuáles deben ser nuestros gustos, valores o como debemos comportarnos. Gracias a la lucha de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, estos roles empiezan a suavizarse, y desde este punto, entendiendo a la pareja como un equipo, en igualdad de condiciones, que luchan juntos ante las adversidades, es donde empieza la verdadera fortaleza de la relación y la libertad en el amor.

MITO 6. La fusión o la complementariedad (1+1=1)

“Los dos miembros de la pareja deben ser uno: Tenemos que compartir todo lo que hacemos, pensamos y nuestros planes”.

 

Una pareja está formada por dos personas libres e independientes que unidas por su afecto y compromiso mutuo deciden compartir un proyecto de vida en común.

Sin embargo, esto no significa que las dos personas deban de compartirlo absolutamente todo.

Es muy importante por el bien de la relación, además de las tareas y rutinas, compartir momentos y actividades agradables en pareja. Pero no por ello es menos importante o deben dejarse de lado los intereses y proyectos personales. Todos necesitamos nuestro propio espacio personal para dedicarlo a nuestros amigos, intereses, aficiones o para nosotros mismos, sin necesidad de que nuestra pareja esté presente en todos ellos.

 

Compartir y coincidir en todo (aficiones, gustos musicales, gastronómicos, opinión política, forma de vestir,…) supone perder la propia identidad como persona. Generando una dependencia y una fusión en la que uno, no se reconoce sin el otro.

MITO 7. El emparejamiento

“El amor es lo más importante y requiere entrega total” 

Este mito se basa en la creencia de que sólo se puede ser verdaderamente feliz con pareja. Es también unos de los grandes mitos del amor romántico, de hecho, al intentar imaginar una película o novela con final feliz, es difícil identificar alguna en la que el protagonista no termine en pareja. La sociedad nos enseña que este es el estado ideal de una persona, que nuestra pareja nos va a proporcionar toda la felicidad y que por lo tanto la felicidad de cada uno depende de que la relación funcione. 

Esta forma de pensar puede llevarnos a generar dependencia emocional (necesito al otro; “sin ti no puedo vivir”, o búsqueda constante de otra persona), baja autoestima (se otorga excesivo valor a la pareja; me defino en función de mi pareja y una ruptura o divorcio se percibe como un fracaso personal), problemas de relación social (al salir con otros amigos y parejas y compararse, sentirse “diferente”, “raro/a”,…), en definitiva esta creencia no nos permite disfrutar de lo  que tenemos en nuestra vida. Cuando lo cierto es que se puede ser plenamente feliz sin tener una relación de pareja.

El amor no es mágico, ni perfecto, no dura eternamente, ni todo lo puede, ni todo lo vale. El amor romántico es una construcción social que nos crea expectativas irreales generándonos frustración, dolor, y conflicto por la idealización (lo que quiero) frente a la realidad (lo que es), y  en ningún caso ayudan a la pareja.

 

Es necesario desterrar estos mitos para poder construir una relación basada en la igualdad, el respeto mutuo, y la libertad.

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Comentarios: 1
  • #1

    maria (sábado, 28 septiembre 2019 16:47)

    muy bueno el articulo preciso, entendible y explicativo